Que la inflación no se coma nuestros salarios. Asambleas y plan de lucha

Según datos que relevó en la ciudad de Rosario el Instituto de Estadísticas de la Provincia de Santa Fe (IPEC), en 2009 los alimentos aumentaron 21,8%, contra 8,3% que registró el Indec trucho de los Kirchner. Se trata de cifras oficiales provinciales en base a los precios promedio relevados por los encuestadores del IPEC entre los negocios, supermercados y comercios de la región que tiene una estructura de consumo muy parecida a la de Capital y GBA. 
No sólo los precios de la carne se dispararon. Frutas y verduras tuvieron aumentos similares, en muchos casos superiores. Los lácteos no se quedaron atrás y hasta el vino común registró en los últimos 12 meses un alza de más del 50%. Y los restantes alimentos y bebidas acompañaron los incrementos.
Así, entre enero de 2010 e igual mes de 2009, en promedio los precios minoristas subieron en Rosario el 16,7%, liderados por Alimentos y Bebidas con un alza del 21,8%. 
Entre los alimentos y bebidas que mayores aumentos tuvieron se destacan el zapallito, el zapallo, el vino común, la acelga, la leche fresca entera y la batata, con subas superiores a la carne. En tanto el pollo entero registró un alza del 32,5%, el azúcar el 29,7% y la cerveza el 26,3%. Y es sabido que el mayor incremento de los precios de los alimentos y bebidas golpea más a los hogares más pobres e indigentes. 
"En los últimos 3 meses la tasa de inflación navega a un ritmo anualizado superior al 30%. Aún quitando de la cuenta el rubro 'alimentos y bebidas', la inflación en el resto de los rubros no baja del 20% anualizado", señala el último Informe del Banco Ciudad. La Universidad Torcuato Di Tella pronostica 31,8% anual (Ambito Financiero, 16/3)
La Dirección de Estadísticas y Censos de La Pampa informó que en febrero los precios en la ciudad de Santa Rosa subieron el 2,5%. Y el organismo oficial de San Luis informó que en ese distrito los precios aumentaron el mes pasado el 4,4%, acumulando una inflación anual del 24,9%, tres veces la que informa el Instituto Nacional.
A pesar de este cuadro inflacionario que devalúa nuestro salario todos los días, el Secretariado Nacional no tuvo empacho en concurrir, con la plana mayor de la CGT, al almuerzo con Cristina Kirchner, donde la presidenta les bajó la línea a los gremios de no hacer reclamos "desmedidos".
La pretensión empresaria es cerrar por migajas y "comer" el salario luego, con la escalada inflacionaria. En función de esto, las cuotas y el no remunerativo cumplen un papel. Lo sufrimos el año pasado. Nos pedalearon el aumento con una suma fija miserable (de 300 a 400 pesos) hasta agosto y recién en setiembre recibimos un aumento del 19% más un retroactivo en negro super devaluado que terminamos de cobrar en enero. Ese negro no suma para el aguinaldo, ni para las vacaciones ni para horas extras, como las que hacen boleteros, taller y otras especialidades (aunque ya se están cortando).
Paritaria bancaria
La paritaria bancaria le ha colocado un problema al plan de la UIA y el gobierno. La cárcel de Zanola y el imparable proceso de descomposición de las camarillas que se referencian con el dirigente preso han llevado a la banca y al gobierno a pactar un 23,5% al contado, con un inicial a 4.495 pesos, apenas doscientos pesos debajo de la canasta familiar de la CTA para febrero.
El antecedente bancario debe abrir los ojos de toda la clase obrera. La gran banca y el gobierno kirchnerista que dirige el Nación, el Provincia y el Central (a punto de firmar lo mismo) están al corriente de la catarata inflacionaria que se avecina. Salvan a Zanola y marcan una pauta que luce atractiva, aunque está ocho puntos por debajo de la inflación prevista, al tiempo que los bancos están polifuncionando todas las actividades en un plan salvaje de no reemplazo de jubilados y de retiros voluntarios. Para los bancarios, como para nosotros y todo el movimiento obrero, está planteada una cláusula gatillo por inflación al menos trimestral.
El antecedente bancario debe ser tenido en cuenta en las asambleas y ante las patronales en dos sentidos, no aceptar las cuotas y llevar los iniciales a la canasta familiar de 4.696 pesos calculada por el Instituto de la CTA.
Que la base decida: asambleas, como en el Sarmiento y el Belgrano Norte
El viernes 26 hay otra audiencia en el Ministerio. Los gremios ferroviarios han mantenido un cerrojo a la negociación para que la base no intervenga ni decida.
Desde aquel almuerzo con Cristina, la capitulación de la burocracia está cantada.
Como denuncia el cuerpo de delegados bordó del Sarmiento, la UF acaba de aceptar la rebaja salarial en la UEPFP. Desde junio se venía pagando el relevo de la categoría 23 para los guardas, con la promesa que serían elevados a esa escala, pero no sólo no se cumplió tal promesa sino que les rebajaron el sueldo al dejar de pagarles el relevo a partir de febrero. Con el último cobro los compañeros recibieron 700 pesos menos. Ni hablar de los compañeros que con “contratos basura” cobran entre 1.500 y 1.800 pesos y viven en la incertidumbre de su continuidad laboral.
Lo mismo ocurre con los compañeros de NCA (el ferrocarril del senador K, Urquía), que cobran 1.000 a 1.500 pesos menos que en las líneas urbanas. En el Mitre, los boleteros están resistiendo el despido de un compañero de la especialidad mientras el gremio no se pronuncia.
Exijamos desde ahora que cualquier acuerdo por el salario se apruebe en asambleas de todas las líneas, como las convocadas por los delegados bordó del Sarmiento y el Belgrano Norte. Asambleas para rechazar cualquier acuerdo a la baja, en cuotas o no remunerativo, y para comenzar un plan de lucha por un mínimo como en bancarios para todos los ferroviarios.

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