UNA SOLICITADA DE LA UNIÓN FERROVIARIA

La Unión Ferroviaria publicó una solicitada en La Nación, un día antes del inicio del juicio oral, que no por pequeña deja de tener una enorme significación.
Extraño, por de quién viene, dice que no “entrarán en la provocación del Partido Obrero”, como califican a nuestra movilización a Comodoro Py, con el propósito de que los jueces operen con libertad. Luego del intento de coima a los jueces de Casación, por parte de Pedraza, que se tramita en un juicio aparte, la afirmación de la solicitada demuestra que los presos ganaron en la cárcel algún sentido del humor. En realidad, no encontraron, ellos, condiciones para movilizar a favor de la patota criminal.
La solicitada reclama “la pronta libertad de nuestros compañeros, a sabiendas de su inocencia” (sic) y pasa a nombrarlos uno por uno, en lo que constituye la señal de un pacto político (mafioso), que se manifestó en la primera jornada del juicio, cuando reclamaron, con argumentos diferentes, la vuelta a fojas uno de las actuaciones judiciales de un año y medio. En lo que parece una amenaza que el texto concluye afirmando que “la Unión Ferroviaria manifiesta el respaldo incondicional a todos ellos”. Aquí hay un ‘furcio’ que no tiene nada de tal, porque la palabra “incondicional” significa que defiende a la patota incluso si se comprueba que es culpable, y con independencia de que sea culpable. No es una solidaridad entre ferroviarios sino entre delincuentes que conocen de sus fechorías. Los obreros ferroviarios no fueron consultados para este compromiso, que jamás rubricarían. La advertencia está dirigida al gobierno nacional y le da todo el sentido a la decisión de participar de la formación de la “CGT Balcarce”: la UF que entra a esta ‘CGT’ es la que respalda en forma “incondicional” a la burocracia de Pedraza. Después de la publicación de la solicitada, los Caló, los Tomada y la propia Presidenta, ya saben en qué cosa se han metido.
La solicitada es el último eslabón de una operación política muy precisa: el Congreso Nacional de la Unión Ferroviaria, que llevó a la UF a la ‘CGT Balcarce” descontó, en una declaración, el apoyo al gobierno, del “que no tenemos dudas, dice, estará del lado de la verdad y la justicia para nuestros compañeros, injustamente encarcelados”. El gobierno nacional, sin embargo, que se jacta de ser el artífice del juicio, no desmintió lo dicho por un sindicato ‘aliado’.
La expresión “incondicional” queda reforzada en el texto con la exclusión del ‘barra’ Cristian Favale, que pretendía, por la fecha del crimen, que la burocracia lo incorporara como ferroviario. Tenía pedido su ingreso a la patronal de Ugofe, por nota firmada por Juan Carlos Fernández, el día 9 de setiembre, un mes y diez días antes del piquete de los compañeros tercerizados. Favale está acusado de accionar un arma asesina, pero en el lugar fueron secuestradas cuatro. Es decir que los otros están en la solicitada. Lo que Favale pierde por este lado, parece haberlo ganado por el otro, porque la prensa acaba de informar que es asistente a las jergas del Vatallón Militante.
El Secretariado Nacional de la Unión Ferroviaria está defendiendo integralmente no ya esta patota sino el régimen de patotas, los móviles económicos de la explotación de los tercerizados, la trama de su asociación con los privatizadores del ferrocarril, su asociación con el estado administrador de los subsidios y dueño de los ferrocarriles, todo el sistema de opresión de los trabajadores mediante su poder patronal-sindical-estatal.
Es en este contexto que hay que introducir la figura de Gerardo Martínez, que llegó a la jefatura de la UOCRA de la mano del Batallón (con B larga) 601 de la dictadura. Verbitsky se olvida de Martínez, aliado de la CGT Balcarce, cuando identifica a Pedraza como una cría neoliberal de los 90. Gerardo Martínez, no sólo un ex agente de inteligencia de la dictadura, sino el jefe de la mayor red de patotas sindicales organizadas y federadas en la Uocra. En esa delegación estuvo Mario Rodríguez, un miembro del Secretariado Nacional de la UF, que hoy da su “respaldo incondicional” a los asesinos de Mariano, a sus organizadores y a sus mandantes políticos, Fernández y Pedraza.
En las próximas semanas deberá tener lugar el Confederal de la ‘CGT Balacarce’, encargado de preparar el Congreso que consagrará la ruptura con Moyano. Una de las dos reuniones previstas para organizar el Confederal se hará en la sede de la Unión Ferroviaria. Estamos ante un nuevo gesto político de apoyo a los Pedraza de parte de los Cavalieri, los Rodríguez, los Pignanelli y los Lingeri, los ‘pollos’ de la Rosada en la nueva CGT.
Fue Moyano quien dijo que “tres sindicalistas presos es mucho para un gobierno peronista”, refiriéndose a Zanola, Venegas y Pedraza. Es cierto que luego protestó, también en una solicitada, por el hecho de se recurriera “a un detenido” para legitimar a la CGT rival de la de él. Hasta poco antes del congreso de Ferro, la Unión Ferroviaria estuvo negociando con el moyanismo, aparentemente para cobrar caro (impunidad) su pasaje al bando oficial. De los que fueran defendidos por Moyano, Venegas quedó con él, Pedraza del otro lado. Explotaremos todas las contradicciones a favor de nuestra lucha.
La lucha por Justicia para Mariano y los compañeros, definitivamente, está asociada, no a un proceso jurídico, sino a una lucha que tendremos que ganar con todas las formas de la movilización política popular y de la movilización obrera. La perpetua a los asesinos de Mariano, y la condena a todos los responsables, los que están inculpados y los que no –como la patronal y los responsables políticos del territorio liberado- será un golpe a todo el régimen de opresión a la clase obrera y su brazo en los sindicatos, la burocracia sindical.
Por ello, la lucha política por justicia por Mariano debe ir unida a una lucha por un Congreso de Bases de la CGT, y una nueva dirección del movimiento obrero.
Néstor Pitrola

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